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- 21 - 30 Noviembre 2012
información de la película
Sinopsis
¿Cómo se filma la angustia apocalíptica? ¿Y el final irreversible de los hombres? ¿Y cómo hacerlo sin artefactos explosivos, invasiones alienígenas o pandemias virales? ¿Cómo hacerlo, por ejemplo, encerrados en un loft neoyorquino? ¿Cómo hacerlo, sobre todo, sin heroísmos, desde la clara, vergonzosa, ineludible conciencia de que nos hemos equivocado y ahora todos somos unos perdedores? Lo hemos conseguido, hemos asesinado nuestro planeta, no aguanta más. De hecho, hay una hora señalada: las 4.44 de la madrugada. El último y definitivo de los finales. Los noticiarios de la televisión (los mismos que han sustituido la crisis medioambiental por la crisis financiera, un Apocalipsis por otro, y que ahora descubren que Al Gore tenía razón) dan consejos a una Humanidad que se prepara (o todo lo contrario) para su desaparición. Una pareja de artistas (Willem Dafoe y Shanyn Leigh) decide pasar el último día de todas las vidas en su loft neoyorquino: pintando, haciendo el amor, despidiéndose de familiares y amigos por Skype, practicando la meditación… Entre la rabia, el desconcierto, la tristeza, la lucidez.
No es ninguna novedad que el cine de autor, y no sólo el de industria, imagine el fin del mundo. Sí lo es el modo tan aparentemente prosaico, pero inflamado de espiritualidad, con que el autor de Teniente corrupto lo hace, adecuando su habitual pesimismo a la música de los tiempos, acentuada por el tema de Fats Domino Ain’t It a Shame. ¿No es vergonzosa toda autodestrucción? Abel Ferrara recrea con desasosegante realismo esta hipotética pero plausible situación, con imágenes que se cuestionan a sí mismas, con la intimidad de unas interpretaciones que preguntan al espectador si la certeza colectiva de un cataclismo inminente sacaría a la superficie lo más oscuro y deplorable o lo más luminoso y esperanzador del ser humano. El cine, aún invisible, también lanza preguntas necesarias. Y es mejor hacérnoslas ahora, en el territorio de la “ficción hipotética”, que después, cuando no haya marcha atrás. (Carlos Reviriego)
Actores
Willem Dafoe, Shany'n Leigh, Natasha Lyonne, Paul HippFicha Técnica
sobre el director
Abel Ferrara
Originario del Bronx, cronista y superviviente del lado más sórdido de la ciudad de Nueva York, Abel Ferrara ha evolucionado desde sus primeros escarceos con el cine exploitation, en títulos como The Driller Killer, al reconocimiento de la crítica internacional con películas como Bad Lieutenant, The Addiction o The Funeral, tocando diversos géneros sin abandonar la independencia y unas constantes que persisten hasta la fecha, donde se mezclan temas como la redención, la culpa, el pecado, las drogas... Tras los atentados del 11-S, el cineasta se trasladó a Roma durante algunos años, a pesar de continuar rodando en su ciudad natal. Sus películas habitualmente forman parte de la programación de festivales como Cannes, Berlinale, Venecia, Sitges, Chicago y, por supuesto, Nueva York.